Mac es uno de los sistemas operativos más populares del momento, pues ofrece un gran rendimiento y estabilidad (debido a que sólo funciona en un hardware concreto para el cual está optimizado), además, puede presumir de ser uno de los sistemas operativos que más cuida su interfaz. La pega la encontramos en su precio, ya que aunque la licencia del sistema suele ser barata, no pasa lo mismo con los equipos que lo portan, que suelen ser bastante caros, a veces, incluso demasiado.
Y aquí es donde entra en juego Pear OS, un sistema operativo basado en GNU/Linux con la peculiaridad de ser un sistema operativo prácticamente idéntico a Mac OS. Eso sí, con las características propias de una distribución de Linux, más concretamente de Ubuntu 11.10, en la que está basada. Gracias a este último detalle, Pear OS es capaz de ejecutarse prácticamente en cualquier PC, ya que cuenta con el gran reconocimiento de hardware de Ubuntu.
Poder grabar la iso fácilmente en un DVD o en un USB para proceder con su instalación, lo que podremos hacer directamente o tras probarla sin instalar, tal y como sucede con Ubuntu. El instalador es el mismo de Ubuntu, por lo que no habrá mayores dificultades para realizar la instalación, que de media puede durar unos 10 minutos. Una vez instalado podremos acceder a nuestro escritorio, el cual es una copia prácticamente idéntica a Mac, con algunos detalles curiosos, como el logo, que muestra una pera mordida en lugar de la manzana de Apple.
En cuanto a usabilidad no debería de haber problema alguno, pues nada más instalarlo contaremos con algunas aplicaciones tan interesantes como el navegador Opera, Tótem como reproductor de vídeos o Clementine como reproductor de audio. Sin duda, unas elecciones muy acertadas, aunque a quien no le guste alguna de estas aplicaciones siempre puede instalar alguna alternativa desde el centro de software (llamado Pear OS Appstore), la cantidad de aplicaciones disponibles es realmente enorme.
Finalmente, podemos decir que Pear OS es una distro ideal para todo aquel usuario enamorado del “universo Apple” pero que no disponga de la suficiente afluencia económica como para costearse uno de sus equipos.
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