Ubuntu es desde hace ya muchos años una de las distribuciones de GNU/Linux más populares, habiendo sido durante mucho tiempo el principal estandarte de Linux de cara a los nuevos usuarios. Esto la ha llevado a ser durante mucho tiempo la distribución más utilizada del mundo, pues muchos estudios y datos así lo han confirmado.

Pero parece que el “reinado” de Ubuntu ha terminado, al menos de momento, pues una de sus derivadas, Linux Mint, habría conseguido aumentar su popularidad de forma exponencial al mismo tiempo que Ubuntu disminuía la suya, lo cual parece dejar claro que han sido los usuarios de esta última distribución los que han pasado a aumentar el número de usuarios de Linux Mint.

En el gráfico superior podemos comprobar como Ubuntu ha ido decayendo con el paso de los años al mismo tiempo que Linux Mint crecía, mientras las demás distribuciones han mantenido una popularidad bastante estable, sin demasiados altibajos ni tan pronunciados como los de Ubuntu.

La popularidad de Ubuntu ha disminuido desde el 2010 una media del 47,2%, mientras que la de Linux Mint ha ido a la inversa, pues ha experimentado un impresionante aumento del 105%. Por lo demás, salvo un pequeño descenso en la popularidad de Debian, el resto de distribuciones apenas han sufrido cambios.

Aunque el descenso de popularidad de Ubuntu ya viene de lejos, parece ser que con la salida de las versiones que incluyen Unity este proceso se ha disparado, fruto del pobre recibimiento que ha tenido Unity en la comunidad de usuarios de Ubuntu. Estos podrían haber mudado a una distro basada en Ubuntu, pero mucho más conservadora, como Linux Mint, que viene haciéndolo realmente bien en los últimos tiempos.

Cabe destacar, que estas mediciones se basan en las visitas que recibe Distrowatch a las páginas de sus distribuciones y desde que distribuciones, por lo que puede ser un valor de medición bastante pobre. Pero lo cierto es que cada vez más, Linux Mint está desbancando a Ubuntu en los ámbitos en los que este destacaba, como la sencillez, estabilidad y el buen hacer que parecen haber ido esfumándose con el paso del tiempo.